Tema del congreso


Justicia social, ambiental y climática en América Latina y el Caribe, los cambios culturales y las formas de expresión artística. 

 

El Congreso CEISAL 2025 en París invita a explorar, desde diferentes enfoques disciplinarios, temáticos y geográficos, la noción de justicia social, medio ambiente y clima en América Latina y el Caribe.

La categoría de justicia puede ser considerada en sentido amplio, después de los debates teóricos que la cuestionan, reformulan o incluso rechazan, hasta las dinámicas y conflictos políticos e ideológicos de las sociedades que la movilizan, incluyendo la definición e implementación de políticas públicas. , los cambios culturales y las formas de expresión artística.

La región de América Latina y el Caribe se caracteriza por la magnitud de las desigualdades de todo tipo que atraviesan sociedades y territorios y que son parte de mecanismos de dominación profundamente arraigados, basados ​​en las habituales categorías de clase, raza, género y territorios. Las demandas de mayor justicia movilizan poderosos movimientos sociales que se basan en ricas tradiciones del pensamiento latinoamericano, desafían las instituciones y sistemas políticos, provocan debates y conflictos, y pueden conducir a experiencias prácticas y reformas progresistas o radicales. El desarrollo, desde principios del siglo XXI, de enfoques de ecología política ha contribuido a enriquecer los significados del término justicia al tiempo que arroja luz sobre los múltiples niveles y modalidades de producción de injusticia. Van de la mano con los avances en el reconocimiento de la diversidad de los pueblos latinoamericanos y de sus derechos, basándose sobre procesos propios a cada uno de los países, pero también sobre la adopción de convenios internacionales, los cuales cuestionan las concepciones establecidas de la justicia. En este contexto, son suficientes los enfoques tradicionales que distinguen diferentes formas de justicia para analizar la complejidad de estos procesos?

imagen de ilustración

Además, la región atraviesa un período de incertidumbre desde principios de la década. La pandemia ha revelado profundas fracturas en las sociedades y, en particular, las grandes desigualdades ante la enfermedad, el acceso a la atención y la muerte. También ha agravado la crisis económica, ya desencadenada por la desaceleración del crecimiento chino, con la consecuencia de un aumento de la pobreza y la precariedad, pero también de la inseguridad en varios países de América Latina y el Caribe. Los cambios ambientales afectan de manera desigual a las poblaciones y se ven acentuados por las opciones de desarrollo de las últimas décadas que contribuyen a la multiplicación de incendios, sequías e inundaciones y acentúan las consecuencias para las poblaciones vulnerables. Estas situaciones están en el origen de desplazamientos de población, conflictos ambientales y, a menudo, dan lugar a luchas por los recursos.

Sin embargo, la mayoría de los estados latinoamericanos demuestran su deseo de iniciar transiciones hacia sociedades más sostenibles e inclusivas, al tiempo que contribuyen a los objetivos globales de proteger el medio ambiente y limitar el cambio climático. Sin embargo, ciertos Estados y movimientos políticos propugnan enfoques disruptivos, que trasladan la búsqueda de justicia a otras autoridades. Estas tensiones ponen de relieve las dificultades para lograr transiciones justas que permitan reducir las desigualdades y, especialmente, las percibidas como tales por las poblaciones afectadas. Se trata de dar respuestas concretas a las dificultades cotidianas que enfrentan las poblaciones, repensando los marcos de intervención y acción colectiva, aunque América Latina interesa cada vez más a los actores internacionales, en particular por su riqueza en materiales esenciales para la transición ecológica, la producción de energías renovables y alimentos así como para el almacenamiento de carbono atmosférico en sus bosques y áreas protegidas. ¿Puede América Latina desempeñar estos diferentes roles de equilibrio global, sin dañar a las mujeres y hombres que viven allí?

imagen de ilustración

La justicia puede considerarse en primer lugar como una categoría normativa sustentada en diferentes corrientes de pensamiento, que pueden referirse a teorías habituales, como la justicia rawlsiana, así como a visiones críticas o desarrollos más recientes que proponen ampliar el campo de reflexión a categorías otras. que el humano.

En un grupo numeroso marcado por el peso de las tradiciones jurídicas, la reflexión propuesta puede implicar cuestionar el orden jurídico y el funcionamiento institucional, pero también lleva a cuestionar la capacidad de las democracias latinoamericanas para expandir y hacer operativas nuevas nociones de justicia. Por el contrario, ¿cómo podemos entender que ciertas sociedades latinoamericanas hayan llevado al poder a gobernantes autoritarios, que rechazan los principios democráticos en favor de versiones alternativas de justicia como la justicia de mercado o la justicia divina?

imagen de ilustración

Mobilizada como principio, la justicia se construye también en las normas y procedimientos judiciales, el reconocimiento o no de la pluralidad jurídica en los Estados, la toma en cuenta de nuevos objetos y dimensiones, por ejemplo la personería jurídica de elementos naturales. Estas nuevas visiones de la justicia reflejan la evolución de las sociedades y su transformación en un mundo de información instantánea, manipulada y movilizada.Del mismo modo, el reconocimiento de los derechos lingüísticos de las comunidades indígenas, criollas y afrodescendientes es crucial para una sociedad justa y equitativa. ¿Cómo influye la esfera comunicacional y la inteligencia artificial en las concepciones de la justicia? ¿La diversificación de la expresión cultural refleja nuevas visiones de la justicia?

Por último, en un coloquio de ciencias sociales, cabe preguntarse sobre la contribución del conocimiento a sociedades más justas. ¿Son suficientes nuestros conocimientos para comprender las injusticias? ¿Cómo podemos objetivarlos? ¿Qué soluciones proponen las ciencias sociales? ¿Cómo enriquece la cooperación entre equipos latinoamericanos, caribeños y europeos estos debates? Este Congreso hará un balance de estas cuestiones en sociedades en transición.

imagen de ilustración